O eso es lo que los supertécnicos del Márketing deben tener como ley.
El mercado informático es una pelea constante, hay que estar al pie del cañón en tecnología, saber lo último que ha salido al mercado, conocer la competencia, saber atender al cliente cuando y sobre todo como de verdad merece que se le atienda, supongo que como en cualquier otra actividad, con el problema de que siempre hay alguien que sabe mucho de informática en todos los sitios, o un cuñado o un vecino que nos ha dicho lo que hay que hacer. A pesar de esa inestimable ayuda, requerimos de un profesional que se ocupe de todo aquello que se le escapa al becario que hizo un curso de Excel o a un primo que trabajó en Media Markt.
El punto de vista de un profesional ante un problema de nuestro sistema es fundamental, no sólo porque es un profesional, sino porque dado su trabajo, ha visto muchos casos que son iguales o muy parecidos al que sufre tu empresa en este momento. Y cuanto más años tenga el profesional y más tiempo haya estando «apagando fuegos» más fiable será su trabajo y conocimientos.
Y de pronto llegan los señores de márketing y dicen: Te hago gratis una revisión de tus sistemas, tus webs y todas tus cosas. Y el cliente que al parecer para los de márketing, es tonto, se lo traga.
Hay dos cosas muy claras, una, si tu trabajo es bueno, no es gratis, y otra, si regalas tu trabajo, el valor del mismo es el que tú le estás dando, no pretendas cobrarme después.
De todo lo que nos pasa a diario en nuestras vidas, una cosa (hay otras, vale) se repite inexorablemente si queremos seguir vivos, tenemos que comer, y para eso, el Gran Hacedor, inventó una cosa que se llama trabajo, y el invento, aunque fastidioso, sirve para intercambiar conocimientos en algún tema por otros favores, léase, comida, un arreglillo que hace falta, u otras tonterías que seguro que se os ocurren, incluso intercambiar trabajo por dinero, ¡qué ruindad!.
La única finalidad de trabajar es poder comer, algunos mejor que otros, poder pagar una casa, la de algunos mejor que la de otros y esas tonterías que parece ser que a los de márketing les suenan a cuento chino. Si regalo mi trabajo, no como. Si no me pagas mi trabajo, no como.
Entonces: ¿por qué crees que te estoy ofreciendo algo gratis?
Eso no es así. Si te digo que no te cobro es porque sé que lo que te regalo te va a hacer comprarme algo, o incluso podría no entregarte los resultados de mi regalo si no me pagas un contratillo que soluciona esos defectillos que sin ninguna duda voy a encontrar. Pero nadie pregunta por qué es gratis. Es fácil, porque si al final no pagas mi estudio (por ejemplo) yo ya conoceré toda tu red y no te lo daré si no me firmas un contrato. Lo mismo pasa con las webs, servidores dedicados, etc.
Nadie regala nada, se trata de pelear para comer, algunos de forma directa sin tapujos y con la verdad por delante, y otros disfrazando intenciones sin ningún tipo de vergüenza.
En Winker podemos auditar redes, asegurarlas, estudiar vulnerabilidades de seguridad en webs y nubes, pero lo cobramos, por supuesto, el trabajo profesional tiene un precio, y por eso nos sentamos con le cliente y le explicamos las posibilidades que tiene al trabajar con nosotros. Y no hay sorpresas, no hay líos de malentendidos, no hay ofertas falsas, no hay letra pequeña, hay profesionales que tienen que ganarse su sueldo como todo hijo de vecino hasta que se invente otra forma de asegurar un plato de comida, techo y ducha para sobrevivir.
Felices megas a todos, y mucho cuidado con las súper ofertas, pueden tener trampa