Estaba dándole vueltas a qué poner en esta entrada del blog, (bloc, como diría un amigo. Un saludo Sr. Herrera y enhorabuena por su muy recomendable y entretenido bloc: https://elblocdepaco.com) y teniendo unos cuantos temas encima de la mesa me encuentro con que mi opinión no coincide en muchos casos con mucha gente que opina (como yo) y lo planta en sus blogs, revistas, estudios y demás a la vista de todo el mundo (como yo, no tenemos vergüenza).
Hablamos de cosas que, por supuesto, admiten todo tipo de opiniones y pareceres, pero que, como en ropa, ahora, en este preciso momento, están de moda o ya han dejado de estarlo. A ver quién es el valiente que opina que “lo último” no le convence, diseñado por mil ingenieros de Silicon Valley, y se posiciona en contra de la mayoría de los modernos opinadores profesionales con chorrocientos seguidores, avalados por una horda de bloggers que reciben puntualmente sus opiniones y se las beben, sin saber o sabiendo, lo que se están tragando.
Pues yo, como todos, tengo un precio, pero como nadie me paga por opinar en este blog, opinaré lo que me parezca más sensato, siempre desde mi punto de vista, que es el que tengo, posiblemente equivocado (si estoy en contra de la mayoría, de muchos o de algunos, por algo será) pero esperando que alguien me demuestre con hechos que lo estoy, y no por la cotización Nasdaq ni porque viene de Silicon Valley o del mismísimo Redmond.
Mis opiniones, que es lo que escribo en este blog semanalmente, son fruto de mi experiencia, y por supuesto puede haber errores, pero es mi experiencia, y no llevo en esto dos años, llevo cerca de veinte, y aunque me falte mucho por aprender y por muy equivocado que esté, si no se me demuestra el error, seguiré, como decía una profesora de 6º de EGB, como los bueyes dándome contra la pared, esperando que alguien me pare al tercer topetazo como máximo y me enseñe el camino a seguir.
No es que nadie me haya dicho que estoy equivocado, y no es que no lo esté. Tengo pocos seguidores, pero en este mercado nuestro, donde el camino a escoger puede ser diametralmente opuesto y obtener unos resultados funcionales parecidos en un 90%, los puntos de vista son muy importantes y la empatía que debe existir entre consultor y cliente a veces se deja de lado por intereses no exclusivamente técnicos o funcionales.
Tengo más interés en mantener la confianza de mis clientes en base a esa empatía con ellos, que en amasar dinero en base a “colocar” super-equipos donde no pintan nada o donde no son adecuados.
No quiero parecer un santo, pero mi primer punto de vista es siempre el interés del cliente, no sólo en el plano técnico, sino también en el plano económico y de desarrollo. Mi función es convertirme en personal de la casa para llegar a diseñar el mejor plan de desarrollo tecnológico para la empresa cliente, creo que antes se llamaba ética profesional.
Por eso, ni en el blog ni fuera de él, diré algo que no crea como cierto, asumiendo el riesgo de equivocarme, y esperando que algún lector de esta aventura bloguera me enseñe algo que no sé, que es mucho y así mejorar en la medida de lo posible en mi trabajo y continuar aprendiendo, que, este mercado nuestro, esto de ponerse al día todos los días no tiene final visible a día de hoy.
Lamento el calentón, pero leyendo hoy opiniones en internet me he dado cuenta de los poco que debo saber de ciertos temas y me he asustado. Prometo ponerme al día y seguir, de momento, con lo que sí que sé que sé… o no, vaya usted a saber, depende de la opinión de cada uno.
Felices megas a todos